
Muchas mamás me comentan que no saben muy bien cómo hablar más con sus bebés porque no saben qué decirles. Todavía son muy pequeños y no creen que ellos puedan comprender lo que les dicen. Sin embargo para desarrollar el lenguaje necesitamos una cosa muy concreta: exposición al lenguaje. Aquí te dejo unas ideas y actividades muy prácticas sobre cómo estimular el lenguaje en casa de tu bebé.
Voy a darte unas actividades y pautas muy útiles para estimular lingüísticamente a tu hijo desde su nacimiento, independientemente de si su desarrollo te parece normal o alterado y espero que las disfrutéis mucho. Cuéntame en comentarios si te han gustado o te están siendo útiles. Allá vamos!
1. Dedica MUCHO TIEMPO a comunicarte con tu hijo desde su nacimiento: háblale, cántale y fomenta en él la imitación de sonidos y de gestos. Muchas mamás me explican que cuando son tan bebé no saben muy bien qué decirles a sus hijos porque son muy pequeñitos y no están seguras de que las estén entendiendo, y por eso no dedican mucho tiempo a hablarles constantemente sino en pequeñas interacciones. Pues bien, recuerda que en el aprendizaje de una lengua, todos empezamos comprendiendo mucho antes de lanzarnos a hablar y que para que el lenguaje se desarrolle necesitamos exposición al lenguaje. Así que toma nota de estas ideas:
- Explícale lo que estás haciendo en cada momento y cómo lo haces.
- Utiliza un lenguaje sencillo pero no infantilizado. Utiliza frases cortas y ves trabajando la extensión de la frase progresivamente.
- Muéstrale con entusiasmo los alimentos y objetos que estás usando, di sus nombres y para qué sirven o lo que vas a hacer con ellos.
- Cántale cómo vas a preparar su papilla.
- Describe cómo le vas vistiendo y pon palabras a todo lo que hacéis los dos.
Te lo aseguro, tu pequeño te está escuchando.
2. LÉELE DESDE EL NACIMIENTO. Los niños adoran LA REPETICIÓN. Es su mecanismo de aprendizaje y perfeccionamiento, porque conforme van aprendiendo cosas van entendiendo mejor el sentido del mundo y cada vez que vuelven a ver algo conocido lo reconocen y lo comprenden mejor y eso, les genera mucha satisfacción. Les encanta lo predecible porque les da seguridad al confirmar que efectivamente lo que esperan que suceda sucede. ¿Te has dado cuenta de las veces que quiere volver a ver la misma película o escuchar el mismo cuento? Ahora ya sabes por qué.
- Empieza usando libros con imágenes sencillas y grandes mientras las vas nombrando.
- Es mucho mejor que utilices imágenes reales y no de dibujos animados, pues aún no tiene desarrollada la capacidad simbólica y eso facilitará mucho más el reconocimiento de los objetos en el entorno.
- Utiliza libros de texturas o interactivos, que impliquen un aprendizaje sensorial. Recuerda que tenemos 5 sentidos para aprender y percibir la información y no sólo la vista.
- Nombra los objetos o personajes que salen e Invítale a que los señale o los intente nombrar.
3. Utiliza onomatopeyas (ruidos de animales y objetos) y expresiones emocionales.
- Comienza mostrándole los ruidos que hacen los animales junto con su nombre. Es mucho más factible que tu hijo diga “muuuuu” antes que “vaca” y eso no significa que le estés limitando. Todo lo contrario, le estás dando un recurso más para identificar y asociar un sonido con un significado que luego ampliará cuando aprenda a decir “vaca”. Y así estarás trabajando su conciencia fonológica, básica para la discriminación de sonidos y el aprendizaje de la lectoescritura
- Transforma estos momentos en juegos emocionales de ahora tú, ahora yo. Estarás trabajando los turnos, y con ello, la escucha activa y la espera, tan necesarias para desarrollar una buena comunicación.
4. Utiliza versos y canciones infantiles que aportan la atracción de la rima y el ritmo. Estarás trabajando aspectos de la prosodia del lenguaje de manera natural y llamarás su atención. A mi me funcionó muchísimo relacionar una canción con cada objeto o momento que a mi hija le llamaba la atención. Por ejemplo, cuando pasaba un autobús y ella lo señalaba le cantaba la canción de las ruedas del bus rodando van; cuando señalaba un caracol le cantaba la canción del caracol… y poco a poco cuando fue siendo capaz de relacionarlo fue demostrándome que lo había asociado bien. Cada vez que pasaba un autobús o veía una rueda ella solita entonaba y bailaba la canción de las ruedas del bus con gran alegría y satisfacción para demostrarme que ella sabía lo que era. Ahí lo dejo.
5. Continúa con los cuentos de FÁBULAS. Son relatos cortos, sencillos, predecibles y permiten al niño anticipar la acción. Recuerdas la satisfacción que les producía saber lo que iba a pasar después? Aquí tienes un instrumento. En las fábulas, suelen intervenir animales, por lo que además de trabajar vocabulario también trabajarás el razonamiento moral. En algún momento verás que empieza a memorizar sus partes favoritas y a querer repetirlas. Lo familiar produce satisfacción y sensación de competencia y seguridad.
- Verás que cuando le cuentes cuentos al principio sólo querrá pasar las páginas o parecerá que no te escucha porque a cada imagen reacciona con un gritito de emoción y te señala algo del cuento.
- Ajusta tus expectativas y acostúmbrate a parar y atender a lo que él te va mostrando. Ya habrá momentos para explicar la historia de forma más completa.
- Los cuentos deben ser cortitos porque el span de atención es muy breve. Por este motivo los cuentos sólo tienen 4-5 páginas. Aprende a dejar el cuento sin acabar si tu hijo ya está cansado.
6. Facilítale ejercicios y juegos de SOPLO. Estarás preparando la tonicidad de su musculatura necesaria para emitir sonidos, además de trabajar su capacidad pulmonar. Por ejemplo, puedes realizar las siguientes actividades:
- Jugar a soplar y apagar velitas (siempre bajo supervisión adulta claro!)
- Jugar a soplar y hacer burbujitas con una pajita, escuchar su ruidito y ver qué pasa… comprobar que es él quien produce el sonido le va a dar mucha satisfacción! Puedes hacerlo en un vaso de agua, en un barreño o en la bañera.
- Jugar a soplar y mover una pelotita de forexpan con una pajita y ver hasta dónde sale disparada e incluso reconducirla. Puedes incluso formar unos circuitos con macarrones y que tu peque sople y la dirija por estas carreteras tan originales.
CONSIDERACIONES ESPECIALES IMPORTANTES:
- Llama a cada cosa por su nombre sin usar palabras infantilizadas (si tu hijo dice “moquitos” en lugar de mosquitos ofrécele siempre la palabra correcta a continuación y no te refieras a los mosquitos como moquitos para que te entienda, aunque te haga gracia. Él sabe que cuando dices mosquito te refieres al mosquito.
- No le corrijas cuando diga algo incorrecto. Si tu hijo dice “he juegado” no le digas “así no se dice, se dice jugado” o el típico “¿cómoooooo?”. En su lugar ofrécele a continuación el modelo correcto: “Ah si? Has jugado? Y con quién has jugado?”. Poco a poco lo irá interiorizando sin la vivencia de que el error es malo.
- Si tu hijo tiene cierto retraso en el lenguaje o va más lento que los demás hablando, no hables de sus dificultades en su presencia como si no estuviera o no te entendiera. Tu hijo te escucha todo el tiempo y percibe que para ti eso es importante y que él no lo hace bien. Ver que es tan importante para ti que hable puede producir ansiedad de evaluación y que el hecho de hablar le paralice asociando la situación de hablar con una situación de tensión.
Podría estar hablando del maravilloso proceso del desarrollo del lenguaje durante horas. Espero haber inspirado un cambio en tu mirada hacia el desarrollo lingüístico de tu hijo, y por qué no, ¡ayudarte a contribuir activamente en ese desarrollo, jugando a través del lenguaje!
Margot Ripoll
Psicóloga Sanitaria
Master Internacional en Neuropsicología Clínica y Psicología Clínica
Máster en Terapia Cognitivo Conductual de Adultos y Niños
Educadora Certificada en Disciplina Positiva
Directora de la Clínica Uditán y del Espacio de Crianza @elsaloncitodemama
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